LA CURVA, EL CÍRCULO Y OTRAS FIGURAS GEOMÉTRICAS

Por alguna extraña razón, siento que no puedo cerrar con uno de los círculos de mi vida. Extraño todo y a todos, aunque ahora vivo mucho mejor. No es la primera vez que me pasa. Siento una especie de ternura que no queda nunca satisfecha y que está extremadamente melancólica. Siento ganas de saludar a todos aquellos que ya casi no veo e incluso a aquellos que aún veo pero que pronto dejaré de ver de manera definitiva. Incluso extraño a aquellos que no he visto en años. Existe en mi una pequeña parte que siempre voltea hacia atrás y me dice que, a pesar de todas las dificultades, en el pasado había algo bueno que ya no tendré jamás. Ya no escucharé esa parte de mi. Le pediré a gritos que guarde silencio y que viva el día de hoy. Cada segundo de hoy es demasiado precioso como para gastarlo pensando en el ayer que no se puede revivir y no se puede cambiar. Mi tiempo es demasiado valioso.

Hace poco alguien comentó que el frente frío que provenia del norte estaba comprimiendo el aire caliente de nuestra ciudad, provocando un aumento en la presión atmosférica. Eso, supuestamente, afecta el metabolismo de nuestros cuerpos haciendo que suframos mareos, alteraciones del metabolismo y en algunos casos, elevando nuestro nivel de estrés. Supongo que es por eso que en las mañanas me estoy levantando alterado y con la sensación de que tengo demasiadas cosas que hacer al mismo tiempo... aunque en realidad no tenga nada que hacer.

Dios es completamente curvo. He llegado a la conclusión de que todo en esta vida se puede explicar con las matemáticas y los números. He llegado a la conlusión de que los números siempre forman una línea curva.