lunes, noviembre 07, 2005

EN LA VIDA TODOS QUEREMOS TOCAR EL CIELO

De pronto, me di cuenta de que mi vida es toda una aventura. En realidad ya casi no me apego a nada ni a nadie. Todo es temporal y todo es pasajero. No le tengo miedo a nada y siento que puedo hacer cualquier cosa. No me importan las negativas ni los problemas porque no les temo. Ahora se que mi vida depende de mi. Yo tengo la culpa de lo bueno y de lo malo.

Ahora siento que lo peor que me puede pasar es trabajar 8 horas diarias detrás de una computadora, llegar a mi casa a ver televisión hasta que me de sueño y dormir para tomar la fuerza suficiente para trabajar otras 8 horas al día siguiente. Pasar así todos los días de mi vida haciendo lo mismo para poder pagar mi carrito (un chevy o un jetta) y mi casita del Infonavit. Viviendo sólo con el consuelo de ir a un antro el sábado en la noche o comer carne asada el domingo a mediodía. Lo peor del caso es que casi todo el mundo quiere exactamente eso.

¡Mediocres! ¡No saben de qué se trata la vida! En realidad aún tengo defectos, pero tengo la fuerza para corregirlos.