domingo, febrero 13, 2005

SE ACABO BIG BROTHER VALLARTA

Después de 3 meses en Puerto Vallarta, viviendo en una casa con un montón de extraños, las cosas se volvieron un poco caóticas y tensas. Es difícil vivir con 4 desconocidos, sobre todo cuando no hay televisión. A veces yo mismo extrañé Monterrey. En Puerto Vallarta todo es muy tranquilo. Extrañé el trafico y el ritmo de vida rápido de la ciudad. Vallarta a veces es demasiado simple. Claro, cuando empezó el spring break, el santo desmind y la ciudad se llenó de gringos en busca de alcohol, empecé a extrañar la tranquilidad. Poco antes de regresar a Monterrey me metí al mar y trate de nadar en medio de los olas. Es dificil y da miedo, sobre todo cuando el mar te empieza a jalar hacia adentro y recuerdas que no sabes nadar del todo bien. Despues de eso estuve enfermo una semana completa, al grado de necesitar una inyeccion. Creo que perdí como 7 kilos en tan solo 2 días, pero esas ronchas extrañas que salieron en mi espalda ya desaparecieron, y por el momento estoy feliz con eso.

Aquí en Monterrey estoy trabajando de nuevo. Cambiaron muchas cosas desde la última vez que me fui, y muchas de ellas permanecieron exactamente igual. Hay mucha gente que no quería volver a ver y con la que me he tenido que topar. Hay gente que quiero volver a ver pero no me queda tiempo ni de hacerles una llamada. En fin. El tiempo se va como agua.

Creo que si maduré mucho en Puerto Vallarta. Uno aprende a convivir y a no desesperarse cuando no tiene ya ni una moneda en la bolsa (o cuando si tiene, pero no lo quiere mostrar porque eso significaría compartirla con los demás). Sinceramente, creo que en este momento de mi vida ya nada me puede hacer nada. Se que estoy equivocado, pero así lo siento.