lunes, junio 20, 2005

MONTERREY-ZACATECAS

Llegué a la oficina como si fuera un día común. No tenía la mejor actitud. De repente mi gerente me manda llamar.

B: Que onda Luis, ¿te quieres ir a Zacatecas?
YO: ¿Cuánto tiempo?
B: 15 días.
YO: ¿Cuándo?
B: Ahorita.
YO: ¿Claudia, la de Guadalajara, sigue siendo la gerente de allá?
B: Creo que si. Pero ve de una vez ve por tu maleta. Tu y Baltazar salen a las 12:00.
YO: Va. Ahorita regreso con mi maleta.

Y esa es la larga historia de como fue que la empresa para la que trabajo decidió mandarme una quincena completa a Zacatecas. En esos viajes uno aprende mucho y madura mucho. Son como descender un poquito al infierno para apreciar un poco más lo que tienes. Estoy emocionado.

miércoles, junio 08, 2005

MOMENTO DE IMPACTO NÚMERO 2

YO: Lo que más me sorprende es que me cuentas que tu madre te golpeaba, que te corrió de tu casa, que estuviste viviendo sola y que tu padre te corrió de tu casa apenas antier. Me cuentas todos y cada uno de los detalles escabrozos de tu vida y lo haces con una tranquilidad impresionante.

V: La verdad yo me la pasaba llorando, pero desde que entré a este trabajo todo lo veo diferente. No sé. Creo que estoy aplicandole a mi familia el sentido de indiferencia.

YO: Tomales el control o aplícales el sentido de pérdida.

En ese momento me di cuenta de que yo antes no fumaba, no tenía un tatuaje en la espalda, no tenía picos en mi cabello y que no estaba contemplando (aclaro: contemplando no muy seriamente) guardar 1,000 pesos de la próxima quincena para irme a vivir con una muchacha que conocí hace un mes y que a veces me gusta y que a veces me cae mal.