CHIVAS DE MI VIDA

Guadalajara vuelve a ser campeón. 11 campeonatos. Se siente rebonito.

Chiiiiivaas...
Chivaas de mi viiiiiidaa...
Tu erees la alegriiiiiiaa...
De mi corazoooooooón.

Tal vez parezca naco, pero el fútbol es como una realidad alterna en la que todo se vale. Todo comentario se disculpa si se da dentro de una plática de fútbol. Todo exceso se perdona si es festejando un gol. El que diga que el fútbol no tiene nada que ver con la vida, tal vez sepa mucho de la vida... pero seguramente no sabe nada de fútbol.

LA CURVA, EL CÍRCULO Y OTRAS FIGURAS GEOMÉTRICAS

Por alguna extraña razón, siento que no puedo cerrar con uno de los círculos de mi vida. Extraño todo y a todos, aunque ahora vivo mucho mejor. No es la primera vez que me pasa. Siento una especie de ternura que no queda nunca satisfecha y que está extremadamente melancólica. Siento ganas de saludar a todos aquellos que ya casi no veo e incluso a aquellos que aún veo pero que pronto dejaré de ver de manera definitiva. Incluso extraño a aquellos que no he visto en años. Existe en mi una pequeña parte que siempre voltea hacia atrás y me dice que, a pesar de todas las dificultades, en el pasado había algo bueno que ya no tendré jamás. Ya no escucharé esa parte de mi. Le pediré a gritos que guarde silencio y que viva el día de hoy. Cada segundo de hoy es demasiado precioso como para gastarlo pensando en el ayer que no se puede revivir y no se puede cambiar. Mi tiempo es demasiado valioso.

Hace poco alguien comentó que el frente frío que provenia del norte estaba comprimiendo el aire caliente de nuestra ciudad, provocando un aumento en la presión atmosférica. Eso, supuestamente, afecta el metabolismo de nuestros cuerpos haciendo que suframos mareos, alteraciones del metabolismo y en algunos casos, elevando nuestro nivel de estrés. Supongo que es por eso que en las mañanas me estoy levantando alterado y con la sensación de que tengo demasiadas cosas que hacer al mismo tiempo... aunque en realidad no tenga nada que hacer.

Dios es completamente curvo. He llegado a la conclusión de que todo en esta vida se puede explicar con las matemáticas y los números. He llegado a la conlusión de que los números siempre forman una línea curva.

MONTERREY ES COMO BARCELONA

Esperabamos el camión y de repente llegó un pequeño comentario que se quedará varias semanas grabado en mi cabeza.

A: Eres muy maduro aqui afuera, pero en la oficina te comportas como un niño.
YO: Si.
A: ¿Porqué?
YO: No tengo idea.
A: ¿Cómo que no tienes idea? Explicate.
YO: ¡Mira! Ya prendieron el rayo laser del Faro de Comercio.
A: ¿Y eso qué?
YO: Ya con el rayo encendido Monterrey parece Monterrey. Me gusta Monterrey. Monterrey es como Barcelona (estoy seguro de eso, aunque para ser sincero, nunca he estado en Barcelona).

He estado pensado en eso y he llegado a la conclusión de que a veces no me siento a gusto en la oficina y me comporto de manera infantil como una especie de medida defensiva. La verdad es que no tengo idea. No se si sea bueno o malo, pero está trastocando mi mente.

Hace poco fui al estadio de la UANL con 3 compañeros de trabajo. Comimos 2 tortas cada uno, un refresco cada quien y entramos al estadio para ver el juego Tigres contra Barcelona. Lo más increible es que fuimos a la Uni solamente de casualidad. Todo eso lo hicimos sin tener dinero para subirnos a un camión o para comprar tortas y refrescos. Obviamente tampoco teníamos dinero para comprar un boleto de entrada al estadio. Nadie nos pago nada, y aún así, todo fue gratis ese día por obra de muchas casualidades. No podía creer que estuviera adentro del estadio. El juego estuvo más o menos.

El Barcelona es el mejor equipo del mundo en este momento. En el Barcelona juega Ronaldinho, el mejor jugador del mundo en este momento. Ronaldinho metió un gol ese día. Ir a ver al Barcelona no es cualquier cosa.

ARTÍCULO SIN RAZÓN O SENTIDO

No es que exista solo un paso del odio al amor, es que el odio solo puede existir donde hay o hubo amor porque el amor abre las puertas al odio. Es combustible. El odio es la inmolación al vacío del amor y no se puede inmolar algo que no existe. No estoy enamorado de la vida. Estoy enamorado de la muerte. Solamente se puede entender la vida a través de la espera tranquila y satisfactoria de la muerte. La vida es buscar esa tranquilidad en medio del caos de todos los días. Por eso mismo a veces me desespero. No te extraño a ti. Extraño lo que me hacías sentir y que antes pensaba que solamente podía sentir contigo. Se que me equivoqué y alegremente me doy cuenta de que ahora extraño a alguien más.

Me quedo raro. No me dejó del todo satisfecho. No lo pensé demasiado, pero la verdad, estoy tratando de no pensar demasiado. Te mando un saludo.

EL EXTRAÑO RESPLANDOR DE 1 SEGUNDO

Estaba parado en una esquina y de repente la vi pasar. Caminaba tranquilamente, usando un traje sastre exactamente igual al de la mujer que caminaba a un lado de ella. Seguramente venía de su trabajo y la que caminaba a su lado era su compañera, de otra manera, no me explico porque venían vestidas con el mismo atuendo. Pasaron por mi mente las risas en la tienda de discos, las explicaciones inútiles a los clientes en nuestro trabajo, la manera en la que nos burlábamos de la gente que llegaba a nuestro módulo, todas las veces que la apoye, nuestras pláticas, nuestras comidas juntos, los consejos que le daba para que trabajara mejor y ganara más dinero, las discusiones dentro del banco, cuando nos quedamos dormidos en el camión, los gritos, las peleas, las veces que la hice llorar, la vez en la que le aventé mi carpeta en un ataque de furia, su voz extremadamente autoritaria, sus comentarios hirientes, las ocasiones que la defendía de mis compañeros y de mi gerente, las bromas, su voz, su sonrisa, la manera en la que se acomodaba el cabello, su forma de caminar, su forma de pararse, la manera de mirarme, su cariño, todo el amor ciego e incondicional que sentía por ella a pesar de todo y de todos... todo eso y más pasó por mi mente en un segundo.

Por alguna razón, ya no me pareció tan extremadamente atractiva, pero me quedé mirándola fijamente esperando que me volteara a ver. No ocurrió así. Siguió derecho, dio vuelta a la esquina y se fue al atravesar la puerta de entrada del metro subterráneo. Pensé en seguirla, pero por alguna razón, siento que lo mejor es dejarla ir y no revivir todo lo que pasó. Sinceramente, creo que si me vio, pero no hizo nada porque sintió lo mismo que yo sentí. De repente llega un compañero y me dice que me están buscando en una plaza. Salgo disparado hacia la plaza y todo el asunto se me olvida.

El amor es la verdad que se va caminando de puntitas