MONTERREY-ZACATECAS
Llegué a la oficina como si fuera un día común. No tenía la mejor actitud. De repente mi gerente me manda llamar.
B: Que onda Luis, ¿te quieres ir a Zacatecas?
YO: ¿Cuánto tiempo?
B: 15 días.
YO: ¿Cuándo?
B: Ahorita.
YO: ¿Claudia, la de Guadalajara, sigue siendo la gerente de allá?
B: Creo que si. Pero ve de una vez ve por tu maleta. Tu y Baltazar salen a las 12:00.
YO: Va. Ahorita regreso con mi maleta.
Y esa es la larga historia de como fue que la empresa para la que trabajo decidió mandarme una quincena completa a Zacatecas. En esos viajes uno aprende mucho y madura mucho. Son como descender un poquito al infierno para apreciar un poco más lo que tienes. Estoy emocionado.
lunes, junio 20, 2005
miércoles, junio 08, 2005
MOMENTO DE IMPACTO NÚMERO 2
YO: Lo que más me sorprende es que me cuentas que tu madre te golpeaba, que te corrió de tu casa, que estuviste viviendo sola y que tu padre te corrió de tu casa apenas antier. Me cuentas todos y cada uno de los detalles escabrozos de tu vida y lo haces con una tranquilidad impresionante.
V: La verdad yo me la pasaba llorando, pero desde que entré a este trabajo todo lo veo diferente. No sé. Creo que estoy aplicandole a mi familia el sentido de indiferencia.
YO: Tomales el control o aplícales el sentido de pérdida.
En ese momento me di cuenta de que yo antes no fumaba, no tenía un tatuaje en la espalda, no tenía picos en mi cabello y que no estaba contemplando (aclaro: contemplando no muy seriamente) guardar 1,000 pesos de la próxima quincena para irme a vivir con una muchacha que conocí hace un mes y que a veces me gusta y que a veces me cae mal.
YO: Lo que más me sorprende es que me cuentas que tu madre te golpeaba, que te corrió de tu casa, que estuviste viviendo sola y que tu padre te corrió de tu casa apenas antier. Me cuentas todos y cada uno de los detalles escabrozos de tu vida y lo haces con una tranquilidad impresionante.
V: La verdad yo me la pasaba llorando, pero desde que entré a este trabajo todo lo veo diferente. No sé. Creo que estoy aplicandole a mi familia el sentido de indiferencia.
YO: Tomales el control o aplícales el sentido de pérdida.
En ese momento me di cuenta de que yo antes no fumaba, no tenía un tatuaje en la espalda, no tenía picos en mi cabello y que no estaba contemplando (aclaro: contemplando no muy seriamente) guardar 1,000 pesos de la próxima quincena para irme a vivir con una muchacha que conocí hace un mes y que a veces me gusta y que a veces me cae mal.
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